Pleito litigado por el bachiller Pedro de Borja, vecino de Aranda de Duero, con el fiscal del rey y Alonso de Moradillo, uno de los exceptuados del perdón general posterior a las Comunidades, sobre la restitución de sus bienes a Alonso de Moradillo tras recibir el perdón real, bienes que le habían sido confiscados por Sancho de Azofra, tenedor de los bienes de los exceptuados de la villa de Aranda, y que Pedro de Borja había ocupado.
Aranda de Duero no tuvo un posicionamiento claramente afín al rey durante el movimiento comunero, sino que se decantó por el apoyo a los sublevados, aunque ocasionalmente ayudó a los realistas proporcionándoles armamento. Esta postura de la localidad burgalesa propició que su regidor, Pedro de Borja, no fuera incluido en el Perdón real emitido por el monarca al finalizar el conflicto.