Pleito de Ana de Paz Maldonado, vecina de Salamanca, como mujer de Hernán Canelas, estante en las Indias, y Diego Hernández, como curador de los bienes de Hernán y Nuño Canelas, este último clérigo beneficiado de Pereruela (Zamora), con Cristóbal de Porras, vecino de Zamora, señor del mayorazgo de Castronuevo, sobre el pago de 100 ducados, resto de una deuda anterior como pago por el derrumbe y saqueo de unas casas de sus antepasados durante la batalla de Villalar.
Indica Joseph Pérez que, como señor del mayorazgo de Castonuevo (Zamora), Juan de Porras, en 1520, recibía derechos “que parecen más que nada simbólicos”: Una gallina de servicio cada labrador y por Navidad seis cántaros de vino de Madrigal y seis carneros, y también de cada puerca que paría en Castronuevo un lechón”.