Traslado de carta de la Junta de Ávila al conde de Alba de Liste (Diego Enríquez de Guzmán), al prior de San Juan (de la Orden de San Juan en castilla) y a Pedro Enríquez requiriéndoles que salgan de Zamora en el plazo de tres días.
Al estallar la rebelión comunera en Zamora se intensificó una antigua rivalidad entre el obispo Antonio de Acuña y el conde de Alba de Liste. Este último, con cierta habilidad, logró mostrar indignación por lo sucedido en La Coruña, y ello le valió para que la ciudad no enviase inicialmente representantes a la Junta General. Sin embargo, consolidada su posición no tardó en detener a los principales comuneros zamoranos, como Juan de Porras y García Hernández de Ocampo. El obispo logró dar la vuelta a la situación y logró expulsar al conde y al prior de San Juan bajo la amenaza de la llegada de un ejército al mando de Juan de Padilla. La ciudad se organizó en comunidad y se expulsó a todos los partidarios del conde.
El obispo acabaría por convertirse en uno de los comuneros más radicales.