Probanza aportada en el pleito que interpuso Teresa de la Cueva, condesa de Chinchón, vecina de Toledo, y sus hijos, a los concejos de Brunete, Moraleja la Mayor y Moraleja de Enmedio, con lo que reclamaban por los robos y daños que sufrieron en sus fortalezas durante la guerra de las Comunidades de Castilla
Fernando de Cabrera y Bobadilla, señor de Chinchón, alcaide perpetuo del Alcázar de Segovia y tesorero de la casa de la moneda de esta ciudad, fue gran capitán del bando imperial en la guerra de las Comunidades y por este hecho el rey le otorgó el condado de Chinchón, junto a su mujer Teresa de la Cueva.
Algunos de sus súbditos se revelaron en favor de las comunidades y saquearon sus propiedades por lo que se vio obligado a pedir ayuda a las tropas imperiales para protegerse.
El hecho denunciado se enmarca dentro de un movimiento anti señorial que surgió al sur del Guadarrama, cuando la zona era ya comunera. Los ataques a los señores y sus posesiones fueron constantes.
La condesa, una vez muerto su marido, reclamó en la Real Chancillería y finalmente obtuvo una indemnización de un millón de maravedís para el conde.